Delitos Informáticos

A partir de la definición de los delitos informáticos como “las conductas humanas típicas, antijurídicas y culpables, y merecedoras de pena, realizadas mediante la informática o que tienen por objeto la misma”, PECOY ofrece un cuadro completo de las principales tipologías, a las que se puede ubicar en el campo del derecho penal económico, destacando su pluriofensividad no obstante que, sin embargo, no existe en nuestro país el delito informático tipificado como tal, lo que lo lleva a un esfuerzo destacable, que se nota en la lectura de todo el libro, para intentar definir los comportamientos criminales, adecuándolos a algún tipo existente, que en general decantan por el de la estafa o el de revelación de secretos o de correspondencia, cuando no se pronuncia lisa y llanamente por la falta de adecuación que lleva a la impunidad, como en el notorio caso de la DDNS (Denegación de Servicios de Nombres de Dominio).

Esta situación de cierto “retraso” de la conservadora legislación penal ante el avance y cambio de la tecnología, que se ha agudizado en el Siglo XX e inicios del actual, plantea de sólito este tipo de situaciones, para resolver las cuales esta obra es un aporte crucial al que deberán acudir los operadores, hasta que suceda, si es que eso ocurre, el cambio normativo, que, con cautela postula el autor como solución ideal en ciertos casos, para lo que provee, con generosidad y erudición, los antecedentes más destacados de las recomendaciones existentes en el área internacional e incluso en el derecho comparado, lo que hace con suficiencia en el apéndice normativo, donde incluye las últimas leyes referidas a esta problemática, vigentes en los Estados Unidos, España, la Unión Europea, Chile y Argentina.