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Las frutas y hortalizas han acompañado la dieta de los humanos desde sus orígenes hace miles de años. En un principio especies silvestres siendo recolectadas por los primeros hombres en su vida nómade y posteriormente con el surgimiento de la agricultura y el asentamiento en poblados siendo producidas como especies seleccionadas y domesticadas.

Estas cuestiones vinculan a las frutas y hortalizas con nuestros orígenes como especie en forma inseparable. Por haber acompañado a la especie humana en este camino, inevitablemente impregnan al conjunto de saberes, creencias y pautas de conducta que definen nuestras culturas en niveles que trascienden lo racional.

Por ello, a pesar de que no tengamos un vínculo directo con la actividad de producción agrícola o específicamente de frutas y hortalizas, es muy frecuente que si tengamos una vinculación afectiva con las actividades de producción primaria de alimentos.

Desde el punto de vista nutricional, la ciencia ha ido demostrando lo imprescindible de consumir frutas y hortalizas. Cada vez es más claro que, para este grupo de alimentos, cuanto más cantidad y variedad incorporemos en la dieta, no solamente vamos a estar recibiendo el beneficio del gran aporte de los nutrientes necesarios para crecer y desarrollarnos, si no que incorporamos elementos que nos ayudan a prevenir enfermedades y a tener una sobrevida mayor y con mejor calidad de vida.

En nuestro país, la ingesta de frutas y hortalizas del promedio de la población, dista fuertemente de las recomendaciones mínimas de consumo propuestas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que se consumen menos de 300 g/persona/día mientras que la recomendación de OMS es de 400 g/persona/día. A su vez, estudios realizados por el Instituto Nacional de Estadística en 2006, muestran que cuanto menor es el nivel socio económico de las personas, más se alejan de estas recomendaciones.

Si bien a nivel de la gente está instalada la idea que es bueno comer frutas y hortalizas y en especial cuando son “de estación”, se observa un gran nivel de desconocimiento de las zafras de oferta de las diferentes frutas y hortalizas. La cual no solo aplica a aquellos productos exóticos o de reciente ingresos a las oferta nacional, si no que para productos de consumo tradicional se desconoce las características más básicas de su oferta, calidad, conservación, criterios de selección y en muchos casos no se tienen nociones sobre la forma de prepararlo. Además se tiene un prejuicio muy fuerte con respecto a los tiempos que se requieren para su preparación, todo lo cual atenta contra la posible inclusión en la dieta.

Es cierto que el concepto de producto de “estación” ha ido perdiendo vigencia. Con la aplicación cada vez más intensa de tecnología que permite obtener cosecha todo el año, como es el caso de tomate, morrón o zapallito por el uso de invernáculos. O por la aplicación y manejo ajustado de tecnología de conservación que permite que las manzanas Red Delicious que fueron cosechadas en febrero lleguen a enero del año siguiente con excelentes características de calidad como es en el caso del uso de cámaras de atmósfera controlada. De todos modos, actualmente cuando hablamos de “productos de estación” estamos pensando en aquellos que por calidad, cantidad y precio bajo, son una opción conveniente al más bajo costo posible de incorporación de alimentos saludables a la dieta.

Estos elementos mencionados, imponen la toma de acciones en forma urgente en pos de mejorar la alimentación de la población a través del incremento en la ingesta de frutas y hortalizas. El Mercado Modelo, desde su lugar como principal centro de comercio mayorista de frutas y hortalizas frescas del país, trabaja en ese sentido. En el camino se ha ido apoyando en otras instituciones que comparten esta preocupación y responsabilidad.

Dentro de las líneas de acción que se han desarrollado se destacan las acciones directas de promoción o intervenciones urbanas tales como “Cocina en la Feria” donde se instalaba una cocina en ferias públicas y una chef con formación en el tema alimentario, enseñaba a elaborar comidas saludables, con “productos de estación”. También se han lanzado campañas publicitarias para proporcionar información al público sobre las ventajas de la ingesta de frutas y hortalizas. Se ha participado de diversas ferias y exposiciones que permiten contacto directo con consumidores.

Una de las herramientas más potentes que hemos desarrollado es el informe semanal “Destacados del Mercado para una economía saludable”. El cual consiste en una selección de los 5 principales productos “de estación” por calidad, cantidad, precio, novedad en la oferta; acompañados por consejos prácticos para ayudar a elegir al momento de comprar y luego para conservarlo en el hogar. Esta información es dispersada por email a cientos de usuarios particulares y a medios de difusión que los repican y cada semana se actualiza en el portal del Mercado Modelo: mercadomodelo.net intentando proporcionarle a los consumidores ese dato que necesitan para saber que está comprando “productos de estación” e incorporar salud en sus comidas. ¡Buen provecho!

 

Ing. Agr. Pablo A. Pacheco

Comisión Administradora del Mercado Modelo

www.mercadomodelo.net

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