(De la libertad de cátedra).- El docente, en su condición de profesional,
es libre de planificar sus cursos realizando una selección responsable,
crítica y fundamentada de los temas y las actividades educativas,
respetando los objetivos y contenidos de los planes y programas de
estudio.
Asimismo, los educandos tienen la libertad y el derecho a acceder a todas
la fuentes de información y de cultura, y el docente el deber de ponerlas
a su alcance.
CAPITULO III
POLITICA EDUCATIVA NACIONAL