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 Atiende tu alimentación, defiende tu cultura alimentaria, gana más años de vida saludable

Mantenerse sano está vinculado al estilo de vida, donde los alimentos que elegimos y las formas en que los preparamos y consumimos, pueden ser beneficiosas o perjudiciales para nuestra salud. Se sabe también que la alimentación es un acto de placer, ya que además de mantenernos con vida, conlleva un conjunto de significados, que trascienden las necesidades nutricionales, para identificarnos con una tradición culinaria familiar, regional y nacional, que nos brinda seguridad y pertenencia.

 

Sin embargo se está observando un cambio cultural en el modo de alimentarse de los  uruguayos, vinculado a una mayor integración de la mujer al mercado laboral, a la mejora de los ingresos económicos y a una desvalorización del rol de la cocina casera. El estilo de alimentación se está inclinando peligrosamente, al consumo de comidas adquiridas o semilistas, la mayoría de ellas con un alto grado de industrialización, ricas en sal, grasas, azúcar y energía y al descenso en el consumo de verduras y frutas, entre otros alimentos saludables.

Este deterioro en los hábitos alimentarios inducido además por una publicidad intensa y agresiva de productos ultra procesados, ha aumentado los casos de sobrepeso, obesidad, enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes, entre otras[1].

[1] 1ra y 2da Encuesta Nacional de Factores de Riesgo para Enfermedades Crónicas, MSP 2006, 2013.

Esto hace necesario, que nos detengamos a reflexionar sobre nuestras prácticas alimentarias, buscando un equilibrio entre lo nutritivo y lo placentero, para lograr un mayor bienestar y más años de vida sana.

 

Optar por una alimentación adecuada, que combine alimentos naturales y diferentes, de manera de obtener una buena mezcla nutritiva, así como diversos colores, sabores y olores; requerirá destinarle mayor tiempo a planear las comidas y prepararlas en forma casera; para obtener platos nutritivos y agradables al paladar. Elaborar en casa, te brindará la posibilidad de elegir los ingredientes más saludables, de condimentar en la justa medida, y de involucrar a los más jóvenes en esta tarea, para transmitirles la tradición culinaria de la familia, ya que esta práctica también se está perdiendo. Es un justificado motivo de reunión familiar, para aprender a disfrutar cocinando juntos, compartiendo esta responsabilidad que ha sido siempre adjudicada sólo a la mujer y para construir la salud entre todos.

 

SUGERENCIAS PRÁCTICAS QUE TE ORIENTARÁN MEJOR:

 

  • Aliméntate inteligentemente, piensa tus comidas con antelación para cuatro o cinco días como mínimo y organiza tus compras en función de ellas. Ahorra tiempo y cuida la economía del hogar, adquiriendo alimentos frescos para la semana y secos para el mes. Haz que participen también los más jóvenes en las compras de alimentos, para que adquieran el hábito de distinguir los productos saludables, de los no recomendados.
  • Reduce los tiempos de preparación, higienizando por adelantado frutas y verduras, almacenándolas en el refrigerador o la despensa según corresponda, para conservarlas frescas hasta su consumo.
  • Para rendir bien durante la jornada, distribuye tu alimentación en cuatro comidas al día: el desayuno debe incluir lácteos, frutas y panificados y es indispensable para superar el ayuno nocturno. El almuerzo y la cena son principales, pero el aporte de cada uno, dependerá de tu rutina familiar. Consume en ambos momentos verduras y frutas diferentes. La merienda es una comida liviana.
  • Prefiere siempre alimentos naturales, mínimamente procesados como: agua, leche, verduras, frutas, pescados, huevos, granos, carnes (especialmente pescados) en lugar de productos ultra procesados como: refrescos, jugos, galletitas rellenas, golosinas, alfajores, cereales azucarados, caldos y sopas instantáneas, panchos, hamburguesas, mayonesas y salsas, papitas fritas y similares, y platos congelados.
  • No reemplaces la comida de elaboración casera, por comidas listas para calentar.
  • Elige a consciencia los alimentos que traes a tu mesa. Lee siempre la información de las etiquetas (busca alimentos con pocos ingredientes, bajos en sal, azúcar, grasa saturada y libres de grasas trans); verifica la fecha de vencimiento.
  • Sé crítico frente a la publicidad de alimentos y bebidas. Infórmate en fuentes confiables (Ministerio de Salud Pública, Instituto Nacional de Alimentación, Intendencia de Montevideo,  Consumidores y Usuarios Asociados –CUA-, entre otros), antes de adquirir nuevos alimentos.
  • Reclama y denuncia ante los organismos competentes (Intendencia de Montevideo: Área de Regulación Alimentaria, Centro de Información al consumidor: tel: 19502131, Ministerio de Economía: Área de Defensa del Consumidor: 08007005, CUA: cua@consumidores.org.uy, siempre que adviertas irregularidades al comprar tus alimentos. Puedes encontrar información orientadora sobre el alimento a adquirir, bajando la aplicación “código QR” a tu celular, o en la página web de la Intendencia.

“PROTEGE TU DERECHO a la ALIMENTACIÓN ADECUADA Y SALUDABLE”

 

Lic. Nut. Ma. Noel Demov

Responsable Programa Riesgo Nutricional

 

Lic Nut. Joseline Martínez

Responsable Dpto. Información

Comunicación y Educación

Alimentaria Nutricional

 

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