Saltear al contenido principal

Para prevenir muertes por cruce de ríos y arroyos, conocer el entorno no siempre es garantía de seguridad.

“Este camino lo recorrí mil veces y nunca pasó nada”, “Conozco esta zona como la palma de mi mano”, expresiones como estas son dichas frecuentemente.

Sin embargo, muchas veces, durante eventos naturales adversos como inundaciones, además de las afectaciones económicas debemos lamentar la pérdida de vidas humanas.

De acuerdo a las estadísticas, en nuestro país un altísimo porcentaje de esas muertes está relacionado con incidentes protagonizados por personas que pretendieron transitar caminos, puentes o calzadas que se encontraban, momentáneamente, desbordados por aguas de arroyos o ríos. Hay ocasiones en las que el conocimiento del lugar nos lleva a sobrestimar nuestras capacidades y a subestimar el entorno, provocando un desenlace fatal.

Las amenazas naturales a las que están expuestos todos los países, producen un desgaste natural y progresivo que se traduce en daños en el medio ambiente, pero fundamentalmente sobre la vida de las personas.

La única herramienta que tienen las comunidades para reducir los daños que generan eventos naturales es trabajar sobre medidas de prevención. Los países con mayor desarrollo socio-económico transitan este camino y nuestro país está llamado a trabajar al respecto.

En este escenario, la conducta personal responsable juega un papel protagónico. En el tornado que azotó gran parte de la ciudad de Dolores, las pérdidas de vidas humanas alcanzó el número de cinco personas. Sin embargo, durante las inundaciones provocadas por la caída de abundantes lluvias en los días siguientes, en todo el territorio nacional esa cifra se duplicó.

Todas las muertes ocurridas por intentar cruzar cursos de agua pudieron haberse evitado. Si bien las personas que viven y transitan en diferentes zonas rurales conocen en detalle el comportamiento que siguen algunos puntos o parajes cuando se registran lluvias abundantes, la realidad demuestra que este conocimiento no es garantía de seguridad y que es imprescindible extremar medidas de precaución.

En este sentido, el Sistema Nacional de Emergencias (sinae) reitera cuales son las conductas que debemos seguir en caso de tener que desplazarse durante eventos meteorológicos adversos: Hay que recordar que circular en automóviles, caballos o birrodados no reduce el riesgo de ser arrastrado por la fuerza y el volumen de las aguas, por tanto no se debe intentar cruzar zonas inundadas. A la hora de tener que desplazarse se deben buscar siempre las rutas principales y, circular en horas diurnas, conduciendo a baja velocidad y manteniendo una distancia prudencial con el vehículo delantero. También es importante que tengamos en todo momento una visión panorámica de lo que nos rodea para evitar tropezar con obstáculos, cables, ramas caídas, etc.

En presencia de abundante agua en el suelo es fundamental evitar las maniobras bruscas y frenar de forma abrupta, para disminuir la posibilidad de deslizamientos.

Nunca subestimar el entorno y recordar que aunque conozcamos la zona o tengamos experiencia, igualmente corremos riesgos.

Volver arriba