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Detalle de la Primera carátula de partitura "La Cumparsita". Archivo Matos Rodríguez / Centro de Documentación de Agadu.

Entre el 29 de setiembre y el 3 de octubre de 2009 se realizó en Abu Dabi, Emiratos Árabes, la VI Reunión del Comité Intergubernamental de la Unesco para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La Sra. Clara Netto asumió, en su calidad de secretaria de la Comisión Nacional de la Unesco, la responsabilidad de presentar al candombe como patrimonio cultural.

En la oportunidad también se presentó y aprobó la inscripción del tango en la lista del patrimonio cultural inmaterial, en la reunión plenaria del comité. Dicha postulación fue binacional, y en la oportunidad representó a Uruguay don Eduardo León Duter, director de Promoción Cultural de la Intendencia de Montevideo, y a la República Argentina, don Hernán Lombardi, el entonces ministro de Cultura de la ciudad de Buenos Aires. Así como aceptados, el candombe y el tango fueron declarados «patrimonio inmaterial de la humanidad ».

Uruguay cuenta con un gran patrimonio cultural en todas las expresiones del arte, y, refi­riéndonos a la música, el tango La Cumparsita, compuesto por nuestro compatriota don Gerardo Matos Rodríguez, sin duda es lo más destacado a nivel mundial.

Para ello influyó la mística que fue provocando en el público que lo escuchaba, con un encanto inexplicable que lo transformó en la más genuina expresión de la música rioplatense. Y así, luego, fue llegando a Europa, y poco a poco al mundo entero; mucho antes de la declaración de la Unesco, La Cumparsita ya defi­nía el género tango por ser la obra más ejecutada y escuchada desde su creación, y luego, en su momento, también la más bailada.

Sin introducirnos en la propia historia de la creación de la obra, que es por demás interesante —sobre todo por las leyendas generadas a su alrededor—, me permito destacar a Carlos Warren, Roberto Firpo y Alberto Alonso por sus diferentes contribuciones, a través tanto de la tradición oral como de escritos especí­ficos, que hicieron posible que hoy La Cumparsita sea patrimonio.

El cuarteto típico Alonso Minotto realizó la primera grabación de la pieza en la ciudad de Buenos Aires para la compañía RCA Víctor (n.º 69.579 A), y al pianista Alberto Alonso, entre otros, le cupo la enorme responsabilidad de llevar el tango del arrabal al salón.

Así como Alonso Minotto nos dan la posibilidad de tener la primera versión grabada de la obra, varios textos editados respecto al autor y su obra nos permiten también estudiar y ahondar en lo que signi­fica esta composición uruguaya.

Llamada en el mundo «el tango de los tangos» —a partir de la primera grabación de Alonso—, se ubica como la segunda obra más versionada, luego de Yesterday, de Lennon y McCartney.

La familia del autor ha jugado un rol importante en la salvaguarda del legado que dejó, sin olvidarnos de todos los colegas y amigos contemporáneos de Matos que trasmitieron, por generaciones, las vivencias compartidas con él y con su entorno por casi toda la primera mitad del siglo XX.

Nuestro país cuenta con entidades públicas y privadas que velan por la protección del patrimonio cultural en distintas formas y con los compromisos que les corresponden. Las obras que conforman nuestro patrimonio cultural generan derechos de propiedad intelectual, derechos de autor, y están protegidas a partir de nuestra Constitución (arts. 33 y 34), por la ley 9739 del año 1937 (modi­ficada por la ley 17.616 de 2003), en los tratados internacionales (por ejemplo, el Convenio de Berna) y por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (art. 27, inc. 2).

Si tenemos la obligación y responsabilidad de preservar el patrimonio cultural porque es valioso para la humanidad, del mismo modo debemos también reconocer a los creadores y autores como generadores del legado artístico de ese patrimonio. Y las instituciones y asociaciones que protegen los derechos de autor, tales como las sociedades de gestión colectiva en el mundo, son hoy la mejor herramienta para la protección de los derechos morales y patrimoniales de los que los autores son titulares.

En nuestro país, tienen autorización de gestionar colectivamente estos derechos intangibles la Asociación General de Autores del Uruguay (Agadu), la Cámara Uruguaya del Disco (CUD) y la Sociedad Uruguaya de Artistas Intérpretes (Sudei).

Dedicar el Día del Patrimonio este año a los «100 años de La Cumparsita – Patrimonio vivo y universal», obra declarada himno cultural y popular de la República Oriental del Uruguay a instancia del representante nacional Jaime Trobo, es un verdadero acierto y una oportunidad imperdible de mantener vivo, en la mente de los uruguayos y del mundo, el misterioso embrujo de «el tango de los tangos».

 

Alexis Buenseñor.

Presidente de la Asociación General de Autores del Uruguay (Agadu).

 

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