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Para garantizar la seguridad de los recipientes se establece un procedimiento de recalificación de envases que incluye, cada determinado lapso, una evaluación del estado de los mismos y su adecuación a condiciones seguras de operación.

La recalificación implica la limpieza interior del recipiente y el control del peso del mismo. Luego se somete a la prueba hidráulica (se llena con agua a presión y se constata que el mismo no tenga pérdidas).

Posteriormente, se controla el estado del aro inferior de apoyo, del anillo de protección de la válvula y se acondiciona exteriormente el envase.

Comprobado el buen estado del recipiente se estampa la fecha de la recalificación, la empresa responsable de la misma y la nueva tara (peso del envase vacío).

Este procedimiento se efectúa por especialistas en centros de recalificación fuera de la línea de envasado de acuerdo con la norma UNIT 1096, debiendo grabar el responsable y la fecha de las recalificaciones realizadas.

En caso de constatarse anomalías que se consideren críticas de acuerdo al procedimiento establecido en la norma UNIT 1096, el envase debe descartarse e inutilizarse.

El período de recalificación es de 12 años para  los envases de 13 kg.

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