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Quizá nada sintonice mejor con el mensaje de La Alianza Cooperativa Internacional, en este día de las cooperativas, que la milonga “Los Hermanos”, de don Atahualpa Yupanqui, a la que alude el título. La actitud fraterna resume valores y principios de la cooperación y se traduce en la democratización de las relaciones económico-sociales al interior de las cooperativas. Sin reconocimiento de la igualdad esencial de las personas y de la diversidad como riqueza a explotar para la construcción colectiva, no se entienden los principios cooperativos.

Una empresa que prioriza a las personas por sobre los aportes de capital, que libre y responsablemente asumen la voluntad de integrarse, que apuesta a la educación permanente de sus miembros, que se abre a la cooperación, que enarbola como principio el compromiso con la comunidad, está señalando que es posible otra forma de convivencia que la dominante. Nos está recordando que la actividad económica está orientada a la vida de las comunidades, que la producción carece de sentido si es para acaparar, que el consumo de los bienes esenciales debe ser accesible para todos, que financiar no es especular con la necesidad ajena, que la distribución debe ser equitativa para evitar ahondar los problemas hasta que se transformen en dilemas.

Se cumplen 15 años de la Recomendación 193 de OIT, sobre la promoción de las cooperativas. En ella, gobiernos, trabajadores y empresarios reconocieron el valor del cooperativismo en la coyuntura actual. Ya en su prólogo se expresa que “se precisan formas más enérgicas de solidaridad humana en el plano nacional e internacional para facilitar una distribución más equitativa de los beneficios de la globalización”.

Cuando definen los objetivos para los cuales se promueve el cooperativismo, la Recomendación es sumamente clara: “mejorar el bienestar social y económico, tomando en cuenta la necesidad de eliminar todas las formas de discriminación”; “contribuir al desarrollo humano durable, y establecer y expandir un sector social distintivo de la economía, viable y dinámico, que comprenda las cooperativas y responda a las necesidades sociales y económicas de la comunidad”.

Para nuestro país, esta Recomendación es mucho más que un enunciado de buenas intenciones. Sus lineamientos se han traducido en la sanción de la Ley General de Cooperativas, en la creación del INACOOP, y en las políticas públicas que se definen e instrumentan.

Este Día Internacional de las Cooperativas es una jornada de afirmación, de ratificación de un rumbo que incluye al cooperativismo como un elemento indispensable para la construcción de una sociedad mejor, que vele por que nadie quede atrás.

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