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Al momento de cocinar, la sal es uno de los condimentos más comúnmente usados por todos, sin embargo, debe adicionarse con moderación, y en algunos casos eliminarla por completo.

La cantidad recomendada de sal es de 5 gramos diarios (una cucharadita), lo que equivale a dos gramos de sodio. Un consumo que supere esta cantidad por día, constituye un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, que en nuestro país representan la primera causa de muerte.

En Uruguay el consumo diario de sal es elevado, duplicando la recomendación internacional (10 gramos), lo que afecta los niveles de presión arterial de casi el 40 % de la población (falta referencia).

Cabe destacar que la mitad de la sal consumida diariamente proviene de lo que agregamos al cocinar, el resto se presenta oculto en productos ya elaborados. Por ejemplo: quesos frescos y especialmente el rallado, fiambres, embutidos, snacks, galletitas, enlatados, sopas instantáneas, salsa de soja, ketchup, mayonesa, hamburguesas, nuggets, comidas congeladas, etc.

Adaptar el paladar a un umbral de sabor menos salado es un proceso que todos deberíamos comenzar a realizar y la estrategia no se reduce solamente a disminuir la cantidad de sal agregada, sino también a elegir con mayor frecuencia alimentos naturales, aprendiendo  a identificar y disfrutar de su sabor.

Otro camino es animarnos a elaborar en forma casera, donde es posible agregar los condimentos y hierbas aromáticas más diversas para realzar el sabor de los alimentos y preparaciones más neutras. Otra opción es aromatizar los aceites que se utilizan como aderezo agregando diferentes hierbas, como romero, laurel, tomillo, cibulette, entre otros.

A tener en cuenta:

  • Un alto porcentaje de sal que consumimos no proviene del salero de casa, sino de los alimentos procesados y ultraprocesados.
  • Aprender a leer las etiquetas de los alimentos donde la sal aparece como  sodio (más de 15% de la recomendación diaria, es demasiado).
  • El alto contenido en sodio de los alimentos no siempre es obvio, existen cereales de desayuno, galletitas dulces y rellenas, bizcochería dulce, que lo tienen en exceso y no es percibido si nos guiamos por su sabor dulce.
  • Conoce tus cifras de presión arterial: 140/90 ya es hipertensión.

Menos azúcar, más vida

Por otro lado, en Uruguay la prevalencia de sobrepeso y obesidad ha mostrado un aumento alarmante en los últimos años en todos los rangos de edad, superando ampliamente las cifras aceptables para una población bien nutrida. A su vez el exceso de peso corporal es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades no transmisibles como son: las cardiovasculares, el cáncer, la diabetes tipo 2, el hiperinsulinismo, la hipertensión arterial, etc.

Una de las causas de estos problemas es el consumo excesivo de azúcar en la alimentación diaria..

Los productos ultraprocesados (comidas y bebidas) contienen elevadas cantidades de azúcar agregada por la industria para dar sabor y mayor tiempo de conservación. Generalmente el azúcar aparece en las etiquetas bajo diferentes nombres: sacarosa, fructosa, glucosa, jarabe de maíz de alta fructosa, jarabe de arroz- melaza.

Algunos de los alimentos que la contienen son: galletitas comunes y rellenas, alfajores, budines, barras de cereales, golosinas, jugos industrializados, refrescos, aguas saborizadas, bebidas azucaradas, helados, salsas, bebidas lácteas, etc.

El consumo frecuente y en elevadas cantidades de estos productos, supera fácilmente la recomendación diaria de azúcar para un adulto, de 10 cucharaditas diarias, (50 gramos) y para un niño, de 6 cucharaditas (30 gramos).

¡Menos sal y azúcar, más años de vida saludable!

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