Desde la elaboración de la carne picada hasta su venta al público
deberán extremarse las medidas de higiene, debiendo desmontarse y
limpiarse la máquina de picar carne al menos una vez al día o después de
cada utilización mayor de 50 kgs., o tantas veces como sea necesario, a
los efectos de asegurar la calidad higiénica del producto. Queda
prohibida la utilización de émbolos de madera u otros materiales
contaminantes.
La carne picada elaborada se conservará en recipientes de acero
inoxidable, respetando la cadena de frío. La manipulación del producto se
hará con auxilio de cucharas de material inoxidable, con guantes
apropiados o con bolsas de polietileno utilizadas a modo de guante.
El stock a ser mantenido en vitrinas y cámaras no deberá superar el
volumen necesario para cubrir la venta durante media jornada diaria.
Queda prohibida la tenencia y expendio de carne que haya sido tratada con
colorantes o agentes antimicrobianos, cualquiera sea su estado físico.