Decreto 105/014
Apruébase la propuesta en materia de Política de Defensa Nacional,
formulada por el Consejo de Defensa Nacional.
(655*R)
MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL
MINISTERIO DEL INTERIOR
MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES
MINISTERIO DE ECONOMÍA Y FINANZAS
Montevideo, 29 de Abril de 2014
VISTO: la propuesta formulada por el Consejo de Defensa Nacional;
RESULTANDO: I) que la misma refiere a la Política de Defensa Nacional
caracterizada, de acuerdo al artículo 3° de la Ley N° 18.650 de 19 de
febrero de 2010, como política pública;
II) que asimismo la citada norma legal establece que la política pública
en la materia debe propender a través de acuerdos amplios a políticas de
Estado y debe cumplir con los principios generales del derecho interno y
del derecho internacional, en coordinación con la política exterior del
Estado y respetar especialmente los principios de autodeterminación de los
pueblos, de preservación de la paz, de no intervención en los asuntos
internos de otras naciones, de solución pacífica de las controversias y de
cooperación entre los Estados;
CONSIDERANDO: que la propuesta realizada por el Consejo de Defensa
Nacional constituye el documento de más alto nivel de gobierno, que
determina el proceso de planificación de la Defensa Nacional por el cual
se trasmiten los objetivos y lineamientos políticos de carácter general
que orientarán las distintas políticas y estrategias sectoriales, buscando
desarrollar las capacidades que resulten necesarias para el logro de los
objetivos planteados;
ATENTO: a lo expuesto y a lo dispuesto por la Ley N° 18.650 de 19 de
febrero de 2010 y el Decreto N° 147/013 de 14 de mayo de 2013;
EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
DECRETA
Apruébase la propuesta en materia de Política de Defensa Nacional,
formulada por el Consejo de Defensa Nacional, la que luce como Anexo y
forma parte integrante del presente decreto.
Comuníquese, publíquese, etc.
JOSÉ MUJICA, Presidente de la República; ELEUTERIO FERNÁNDEZ HUIDOBRO;
EDUARDO BONOMI; LUIS PORTO; MARIO BERGARA.
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Nuestra Legislación define a la Defensa Nacional como el conjunto de
actividades civiles y militares dirigidas a preservar la Soberanía y la
Independencia de nuestro país, a conservar la Integridad del territorio y
sus recursos estratégicos, así como la Paz de la República, en el marco de
la Constitución y las Leyes, contribuyendo a generar las condiciones para
el bienestar social, presente y futuro de la población.
Ella abarca una gran dimensión y requiere ser planificada en el mediano y
largo plazo, lo que implica un sostenido compromiso político,
caracterizando a la Defensa Nacional como una Política de Estado.
Sus instrumentos fundamentales son: la Diplomacia, la Economía, la
Seguridad Pública y la Defensa Militar.
La Defensa Nacional debe ser concebida, conducida y gestionada por el
Poder Ejecutivo, a través de: Consejo de Defensa Nacional, Presidencia de
la República, Ministerios de Relaciones Exteriores, de Economía y
Finanzas, de Defensa Nacional y del Interior, y por otro lado; el Poder
Legislativo, asegurando así el equilibrio institucional. En el proceso de
diseño, implementación, ejecución y evaluación de las políticas públicas
en materia de Defensa Nacional, interactúan todos los actores citados,
además de aquellos específicamente involucrados.
Esta Política de Defensa Nacional contribuye a alcanzar los objetivos de
desarrollo económico y social. Para que éste sea posible son necesarios:
alcanzar un adecuado desarrollo educativo, científico-tecnológico e
industrial de nuestro país que permita generar el fortalecimiento
democrático, la equidad social, la estabilidad económica y financiera, una
adecuada distribución de la renta y una situación de equilibrio comercial
de largo plazo.
Todo lo anterior, conlleva a una fuerte coordinación entre la Política de
Defensa Nacional y la Política de Desarrollo Nacional.
Si bien la Política de Defensa Nacional como Política Pública, es llevada
adelante por el Estado, se debe incentivar la más amplia participación y
concientización de los actores sociales. Sólo con una fuerte comprensión
de todos los uruguayos y uruguayas del significado y la importancia del
proceso de desarrollo de nuestra Defensa Nacional, es que se puede lograr
que el mismo sea exitoso en el logro de sus objetivos.
Así, el involucramiento y la participación ciudadana en la implementación
de la Defensa del país, en las múltiples formas que ésta tiene, son
condición fundamental para afrontar los desafíos presentes y futuros.
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PREFACIO ............................................... I
INTRODUCCIÓN ........................................... 01
EL URUGUAY: LA SEGURIDAD Y LA DEFENSA .................. 04
El ESCENARIO ESTRATÉGICO ............................... 06
EL CONTEXTO INTERNACIONAL .............................. 06
EL CONTEXTO REGIONAL ................................... 09
CONTEXTO NACIONAL: EL URUGUAY .......................... 11
La vigencia de su valor Geopolítico .................... 11
El Uruguay y el Mundo. Las Relaciones Internacionales . 12
La Seguridad Pública ................................... 13
La Defensa Militar ..................................... 15
EL ESCENARIO FUTURO .................................... 17
LOS INTERESES NACIONALES QUE INSPIRAN AL URUGUAY ....... 18
LOS OBJETIVOS DE LA DEFENSA NACIONAL ................... 20
LOS OBSTÁCULOS QUE PODRÍAMOS ENFRENTAR ................. 21
LOS LINEAMIENTOS ESTRATÉGICOS PARA LA DEFENSA NACIONAL . 26
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INTRODUCCIÓN
La Política de Defensa Nacional es caracterizada según el art. 3° de la
Ley marco de Defensa Nacional N° 18.650, como política pública.Según el
mandato de la propia norma, debe propender a través de acuerdos amplios a
políticas de estado y debe cumplir con los principios generales de derecho
interno y del derecho internacional en coordinación con la política
exterior del Estado.
En tal sentido, se entiende como políticas públicas al conjunto de
lineamientos y acciones que planifica y desarrolla el gobierno, con
relación a objetivos determinados, facultado por el marco normativo, que
pretende crear, transformar o preservar las condiciones en que se
desenvuelve la vida de la población y de los diversos grupos sociales.
Asimismo, los planes persiguen objetivos y en este caso en particular,
protegen intereses nacionales; por lo que deben estar sometidos a
evaluación de resultados en vista de una adecuada información a la
sociedad de la gestión pública.
La Política de Defensa Nacional tiene como propósito orientar la acción
integral del Estado en materia de Defensa Nacional, concepto concebido de
acuerdo a los contenidos establecidos en la Ley Marco de Defensa Nacional
No. 18.650, votada por unanimidad por todos los partidos políticos con
representación parlamentaria, concertando politicamente los recursos
existentes y potenciales para proteger efectivamente los Intereses
Nacionales que en este documento se definen.
Constituye el documento de más alto nivel de gobierno, que determina el
proceso de planificación de la Defensa Nacional, por el cual se transmiten
los objetivos y lineamientos políticos de carácter general, que orientarán
las distintas políticas y estrategias sectoriales, buscando desarrollar
las capacidades que resulten necesarias para el logro de los objetivos
planteados.
Esta Política se fundamenta en los principios, valores y características
del Estado uruguayo, validándose con el más amplio respaldo político y de
la sociedad toda, para constituir una auténtica Política de Estado.
Lo expuesto, introduce a la Política de Defensa Nacional dentro del
cumplimiento del marco normativo nacional e internacional y la vincula con
los objetivos y prioridades del Gobierno. Se determina como multisectorial
y multidimensional, destacándose la importancia de la prospectiva, la
planificación y la coordinación entre los distintos organismos del Estado.
También la Política de Defensa Nacional como política pública tiende a
disminuir o anular vulnerabilidades y a través de ellas mitigar riesgos y
amenazas, por lo cual está estrechamente vinculada con la identificación
de nuestros intereses nacionales.
En tal sentido, estas características vinculan a la Defensa Nacional con
una proyección que se extienda más allá de los periodos de gobierno así
como el establecimiento de prioridades para el momento histórico y el
análisis de los recursos existentes y previstos.
La participación de la sociedad se convierte en un elemento de gran valor
para llevar adelante la acción del Estado, ya que contribuye a obtener
información precisa y actualizada, canaliza los recursos económicos y
humanos adicionales a los públicos, le da sustento social a las políticas
y permite una mayor capacidad de la gestión pública.
Para ello, el desarrollo de una cultura de "Defensa Nacional" en el seno
de la sociedad uruguaya, es fundamental para sensibilizarla acerca de la
importancia de las cuestiones vinculadas con nuestra soberanía e
integridad territorial, Intereses y Objetivos Nacionales.
La Política de Defensa Nacional como política pública afianza la
democracia, el estado de derecho y el mandato constitucional en materia de
realización de los derechos humanos -civiles, políticos, económicos,
sociales y culturales-, sustentados en el principio de la igualdad. Por
tanto se genera y se ejecuta democráticamente.
La Ley determina planificar y orientar la política exterior del Estado en
consonancia con el cumplimiento del derecho internacional, con las propias
pautas que otorga la norma: "... los principios de autodeterminación de
los pueblos, de preservación de la paz, de no intervención en los asuntos
internos de otras Naciones, de solución pacífica de controversias y de
cooperación entre los Estados. Se establece la acción diplomática como
primer instrumento de solución de conflictos".
La Política de Defensa Nacional entonces, presenta tales características
en cumplimiento de los principios básicos del derecho internacional y
sienta las bases para el ejercicio del derecho a la legítima defensa, en
cuanto el artículo 4° de la Ley 18.650 establece que el recurso del uso de
la fuerza solamente se reserva para los casos de "agresión militar", por
lo que y según mandato del propio artículo, pueden ser ejercidos "todos
los medios disuasorios y preventivos que resulten adecuados", los cuales
serán determinados a través de la política militar de defensa.
La naturaleza de las actuales amenazas y el elevado grado de incertidumbre
existente, producto de la velocidad con que los cambios ocurren, exigen
énfasis en la actividad de análisis y en la capacidad de pronta respuesta
de los diferentes sectores del Estado. Para lograr esta pronta respuesta,
subyacen características, tales como versatilidad, interoperabilidad,
sustentabilidad y movilidad de los instrumentos que sean empleados.
La formulación del presente documento se estructuró sobre la base de
distintas fases. La primera fase, consistió en describir el contexto
mundial, regional y nacional, del cual se desprende la declaración de
nuestros Intereses Nacionales y los Objetivos de la Defensa Nacional. La
segunda fase, implica la definición de las amenazas y riesgos que se
presentan para la concreción de los objetivos definidos, en función del
contexto estratégico antes desarrollado. En la tercera fase, se definen
los lineamientos estratégicos que permitirán el logro de los objetivos
establecidos.
Si bien no se percibe en lo inmediato la existencia de conflictos que
afecten la integridad de nuestro territorio, en el contexto geopolítico y
estratégico en el cual nuestro país está inserto, no es de descartar en el
futuro, disputas o presiones de distinta índole, para preservar nuestros
Intereses Nacionales.
En ese sentido, y ante esta realidad, es menester resaltar que la Defensa
Nacional constituye un bien público, una función esencial, permanente,
indelegable e integral del Estado, en cuya instrumentación confluyen
coordinadamente las energías y los recursos del conjunto de la sociedad.
El desafío es de todos los uruguayos y uruguayas.
EL URUGUAY: LA SEGURIDAD Y LA DEFENSA
El Estado Uruguayo está constituido por su territorio, su pueblo y su
gobierno, teniendo el mismo independencia en sus relaciones exteriores.
Él es el único que ejerce el monopolio legítimo de los medios de coerción
disponibles, para hacer cumplir la legislación y el orden establecidos
democráticamente.
En Uruguay, las definiciones y los alcances de la Seguridad y la Defensa,
se abordan en las dimensiones conceptual e institucional, donde se
advierte la coexistencia de distintos niveles, formas de aplicación y
campos de acción del Estado, donde se despliegan sistemas y prácticas
específicas, policiales, militares y de otros actores de la realidad
nacional.
La Seguridad, en términos generales, es entendida como la condición que
genera las garantías necesarias e indispensables a una sociedad y a cada
uno de sus miembros frente a las amenazas de cualquier naturaleza,
mientras que la Defensa es un acto o conjunto de actos realizados para
obtener o resguardar las condiciones que proporcionan la sensación de
Seguridad.
El concepto de Seguridad abordaba aspectos de defensa militar y seguridad
pública, la práctica y el desarrollo institucional de nuestro país, ha ido
diferenciando progresivamente sus ámbitos en distintas formas, propias de
la evolución de los procesos a nivel nacional.
En la actualidad, y de acuerdo a lo establecido en nuestra legislación
vigente, particularmente en la Ley Marco de Defensa Nacional No. 18.650,
la concepción de Seguridad es recogida en el concepto de Defensa Nacional,
que comprende el conjunto de actividades civiles y militares dirigidas a
preservar la soberanía y la independencia de nuestro país, a conservar la
integridad del territorio y de sus recursos estratégicos así como la paz
de la República, en el marco de la Constitución y las leyes; contribuyendo
a generar las condiciones para el bienestar social, presente y futuro de
la población.
La Defensa Nacional constituye un derecho y un deber del conjunto de la
ciudadanía, en la forma y en los términos que se establecen en la
Constitución de la República y en las leyes. Es un bien público, una
función esencial, permanente, indelegable e integral del Estado. En su
instrumentación confluyen coordinadamente las energías y los recursos del
conjunto de la sociedad.
La Defensa Militar constituye una función esencial del Estado vinculada
con la garantía y mantenimiento de su soberanía y la integridad de su
población, territorio, recursos estratégicos e instituciones; abarcando
los asuntos de seguridad relacionados con el ámbito externo, en cuanto al
entorno estratégico de la política exterior de nuestro país y se configura
como el espacio específico y exclusivo de organización y uso de la fuerza
militar del Estado, en función a riesgos o amenazas relativos a su misma
integridad y existencia independiente y soberana.
La legislación Nacional ha consolidado los principios de conducción,
gobernabilidad, liderazgo civil y control democrático de las Fuerzas
Armadas, generando un sistema institucional con jerarquías de decisión
política y acción operativa, tendiente a la acción conjunta de sus
componentes, dotada de un presupuesto que debe corresponder a las
funciones y misiones previstas en sus marcos legales e institucionales,
bajo la responsabilidad del Ministerio de Defensa Nacional.
Para el Uruguay, la Seguridad Pública comprende todos los instrumentos con
que cuenta el Estado para asegurar el normal desarrollo de la vida en
sociedad y evitar que se vulneren los derechos de las personas.
Para el desempeño de esta función de Estado, en sus misiones y
responsabilidades particulares, se establecen sistemas de seguridad
pública, con organismos políticos y de coordinación técnica, cuyo elemento
operativo principal es la Policía Nacional, cuyas acciones se
circunscriben al territorio nacional, que está regulada por un marco
jurídico propio y dotada de un presupuesto específico.
Con carácter de excepción, se contempla la participación de las Fuerzas
Armadas, en apoyo a las acciones de seguridad pública, previa autorización
de las autoridades políticas responsables y delimitadas por leyes de
contingencia, establecidas en nuestra Constitución.
Por otra parte, la Seguridad Regional articula tanto a la Seguridad
Pública como a la Defensa Militar, en el entendido de que el mantenimiento
de la integridad territorial, la soberanía y la paz del Uruguay, demandan
un escenario de estabilidad y equilibrio en las relaciones interestatales,
entendido como seguridad internacional o regional, que requiere de nuestro
país y recíprocamente por parte de otros Estados, una disposición a la
cooperación en su entorno estratégico.
Uruguay considera que los riesgos y las amenazas a su soberanía,
integridad territorial y a la paz de la República, pueden provenir del
medio exterior a sus propias fronteras, por lo que la Seguridad Pública y
la Defensa Militar tienen relación con aspectos de seguridad relativos al
entorno regional e internacional, constituyendo un área privilegiada para
la cooperación interestatal en procesos de integración, con el objetivo de
resguardar la estabilidad y seguridad propia y de la región como espacio
común.
Uruguay visualiza que la cooperación e integración regional en el sector
de la Defensa Militar y de la Seguridad Pública, debe avanzar sobre la
base del reconocimiento y respeto de las diferencias y particularidades
nacionales, al tiempo de explorar la formulación de elementos coincidentes
para lograr aproximaciones que posibiliten la concurrencia regional para
la construcción de espacios de cooperación y complementariedad.
El ESCENARIO ESTRATÉGICO
GENERALIDADES
El escenario estratégico, en los niveles Global, Regional y Nacional, se
caracteriza en los dos primeros por la inestabilidad y el reducido grado
de certezas, donde se identifican diferentes relaciones de fuerza a nivel
internacional, un fortalecimiento de la interdependencia entre Estados, el
surgimiento de nuevos actores no estatales con influencia, la aparición de
nuevas tecnologías, oportunidades y amenazas, entre tantos otros factores
que intervienen en esta realidad que enfrentamos.
EL CONTEXTO INTERNACIONAL
SU DESCRIPCIÓN
El Contexto Internacional está caracterizado por una alta incertidumbre y
un deterioro de las expectativas de desarrollo sostenible, donde coexisten
varios polos de poder y decisión, con la aparición de nuevos actores que
participan en la definición del equilibrio de poder en el mundo.
Observamos un ambiente internacional con países en que sus fronteras
políticas son más flexibles y las economías se integran, fortaleciendo las
relaciones que generan interdependencia.
Es así que, de este ambiente, adquiere relevancia el concepto de la
cooperación y la relación entre los Bloques, construyendo esferas de
influencia en todo el mundo, participando activamente en la mediación de
conflictos, modelando los mercados y transformando las culturas.
La economía mundial se encuentra en un proceso crítico estructural, que
estalló en 2008 y ha tenido como escenario principal a los países
desarrollados. Los principales causantes de la crisis son los actores
financieros internacionales que la generaron mediante la especulación con
productos financieros altamente complejos o atacando los sistemas
bancarios más endeudados de Europa. Adicionalmente, el sistema mundial es
muy vulnerable a una baja de la tasa de crecimiento de la economía china,
dado que si la misma convergiera al promedio mundial el sistema tendría
una fortísima crisis de demanda.
Frente a esta crisis, al 2014, los tímidos impulsos de regulación
financiera en los Estados Unidos de Norteamérica y las políticas
anticrisis en Europa, no han dado los resultados esperados, condicionadas
las mismas por la troika de Instituciones integrada por el Banco Central
Europeo, la Unión Europea y el FMI, que han puesto el énfasis en la
austeridad y no en el crecimiento que algunos países europeos reclaman
para mantener el bienestar social.
Como consecuencia de lo anterior, se enlenteció la recuperación económica
estadounidense y millones de empleos y el bienestar social de amplios
sectores de la población europea, se han sacrificado para mantener la baja
inflación.
En este marco global, el desempeño de nuestra región ha sido diverso:
mientras que Sudamérica ha tenido buenos niveles de crecimiento, el resto
de América Latina (por su tipo de inserción comercial altamente
dependiente del mercado estadounidense) ha sufrido en mayor medida. Estas
vulnerabilidades representan una fuerte amenaza para la región. De ahí que
fortalecer los procesos de integración regional, por un lado, y la
vinculación con otras potencias emergentes, por otro lado, resulta una
apuesta estratégica ineludible.
Si bien se manifiesta una competencia global, definida por el acceso a
tecnologías de avanzada y a nuevos mercados, localizados en función de
bajos costos laborales y la posibilidad de acceso a las materias primas y
otros recursos naturales de valor estratégico, también se dan procesos de
cooperación internacional entre potencias emergentes.
El país se encuentra ante un mundo política, social, económica, cultural y
demográficamente diverso, con la posibilidad que las oportunidades y
amenazas puedan encontrarse al mismo tiempo en los ámbitos interno y
externo de los Estados.
Las nuevas tecnologías y la interconexión de las redes de comunicación,
abren el camino a un fuerte potencial de desarrollo, tornándose una
cuestión central para la educación y la información. También, estas
herramientas, han introducido una dimensión nueva en el ámbito de la
seguridad y la defensa, generando vulnerabilidades que pueden interrumpir
o condicionar el normal funcionamiento de un Estado.
Por otra parte, las dimensiones del Poder, incluyen además del poderío
militar, la productividad económica, la participación en el mercado
global, la innovación tecnológica, el acceso a los recursos naturales
estratégicos, así como también factores intangibles como la voluntad
nacional y la habilidad diplomática.
La interacción de los distintos actores a nivel mundial entre sí y con los
elementos que integran las diversas dimensiones del poder, determinan una
realidad compleja y vulnerable a diversas amenazas que requieren ser
oportunamente evaluadas.
Dichas amenazas no son, en general, totalmente controladas por los países
de la región en forma aislada; pues éstas pueden ser de gran magnitud y
tener un carácter multidimensional y transnacional. La trata y el tráfico
de personas, el tráfico de armas y drogas, el terrorismo, la seguridad
fronteriza y la preservación de los recursos naturales estratégicos
constituyen, entre otros, problemas que requieren ser abordados con una
estrategia de cooperación regional e internacional que permita para su
tratamiento, la creación de ámbitos específicos, delimitando en ellos
claramente los campos de la seguridad y la defensa.
La población mundial no deja de crecer, en mayor medida la población
urbana que la rural, con el consiguiente aumento de la pobreza y la
inequidad social, donde particularmente se observa emerger con fuerza, las
inquietantes evidencias de tener que enfrentar grandes desafíos.
Existe una creciente percepción de futura escasez de recursos naturales y
alimentos en el planeta, que sin duda, pondrán a prueba a los diferentes
instrumentos de la Defensa Nacional de los países.
Las conductas del hombre han generado un progresivo cambio climático, que
ya afecta de modo significativo el ciclo hidrológico global, provocando
consecuencias sanitarias, sociales, ambientales y geopolíticas.
Por otra parte, la invocación de los Fundamentalismos, continúa siendo uno
de los elementos centrales en los conflictos, así como la multiplicación
de la violencia.
Apartados del resto del mundo, el Ártico y la Antártida se constituyen en
objetivos decisivos, debido a la potencial utilización de sus recursos
naturales estratégicos y a las nuevas perspectivas de navegación, producto
del progresivo deshielo de los espacios blancos.
El incremento del consumo energético global, ha generado la necesidad de
transitar desde energías fósiles hacia las renovables, procurando
diversificar las fuentes energéticas, para satisfacer el desarrollo de las
actividades domésticas e industriales de las sociedades.
El debate sobre la energía nuclear, sigue estando presente, considerando
que muchos países buscan satisfacer sus necesidades energéticas por este
medio. Adicionalmente, el uso de la energía nuclear con fines militares
continúa en el centro de la agenda política mundial.
EL CONTEXTO REGIONAL
LAS TENDENCIAS Y DESAFÍOS DEL URUGUAY EN LA REGIÓN
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Se observa en los actores más relevantes del subcontinente, signos de
desaceleración o una reducción en los niveles de actividad de sus
economías, debido a problemas domésticos, por el enfriamiento de algunas
economías de actores globales, la corrección a la baja de los mercados de
materias primas y la intensificación de las tensiones en los mercados
financieros.
Pero más allá de aspectos económicos, las diferencias políticas o
ideológicas de los países de la región, Uruguay observa que existe una
conciencia general de que el desarrollo regional se logrará si se avanza
en una mayor integración en infraestructura productiva, energética,
económica y comercial, así como profundizando la cooperación en las áreas
social, científico-tecnológica, cultural, militar y fundamentalmente en lo
político-institucional.
La incorporación de la temática de defensa en los procesos de integración
regional obliga a repensar la Defensa Nacional en este nuevo contexto. En
el ámbito hemisférico, Uruguay entiende necesaria la promoción y su
contribución al debate respecto al actual desempeño y pertinencia del
Sistema Interamericano de Defensa del cual forma parte, en particular la
Junta Interamericana de Defensa, el Colegio Interamericano de Defensa y el
Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca. Este debate debe
desarrollarse en el marco de la Organización de Estados Americanos, de
acuerdo a lo sugerido a la Asamblea General de dicho organismo.
Nuestro país visualiza un esquema latinoamericano idóneo para la
preservación de la paz y la seguridad, basado en la cooperación en
defensa, signado por la institucionalidad democrática y el rol de la
defensa como herramienta al servicio de la paz y el desarrollo mundial. La
finalidad última de este proceso, es la de coordinar entre todas las
naciones latinoamericanas los instrumentos y mecanismos más adecuados, que
nos permitan consolidar el entendimiento y la cooperación de mutuo
beneficio en materia de defensa.
La existencia del Consejo de Defensa Sudamericano (CDS) en el marco de la
Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), genera un espacio de diálogo
político y coordinación para los Ministerios de Defensa de la región, a la
vez que permite la construcción de agendas regionales comunes en este
campo de la Política Pública. El CDS es considerado de alto valor
geopolítico por su impacto estratégico para la preservación de los
recursos naturales estratégicos y la biodiversidad y la consolidación de
Sudamérica como zona de paz y cooperación.
La creación del Centro de Estudios Estratégicos de la Defensa, es otro
espacio importante para pensar en forma combinada la defensa regional, en
un ámbito de confianza mutua.
En ese proceso de integración y cooperación regional, el CDS ha definido
como relevante la creación de una industria militar regional, como forma
de adquirir mayor autonomía, lo cual conlleva la necesidad de desarrollo
de nuevas tecnologías en Sudamérica. La participación en el desarrollo de
la cooperación en este sentido, se revela como clave para nuestro país.
Dentro del carácter pacífico de las naciones del continente americano,
Uruguay manifiesta la voluntad de promover la paz y la cooperación en la
zona del Atlántico Sur, comprendiendo el espacio situado entre África y
América Latina, donde las fronteras no deben ser elementos de separación
de países ni de pueblos, sino factores que viabilicen la unión, la
confraternidad y el desarrollo de las naciones ribereñas.
Nuestro trabajo en la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur, no sólo
abarca la búsqueda del desarrollo sostenible a través del camino de los
derechos humanos y el derecho al desarrollo, sino la necesaria
gobernabilidad de los recursos naturales, para asegurar que su utilización
sea realmente en beneficio de nuestros pueblos. Incluye también,
consideraciones especiales sobre África, que nos convoca una vez más a ser
creativos en la búsqueda de fórmulas de cooperación sur-sur, destinadas al
auténtico acceso al desarrollo, como condición esencial para la paz y la
seguridad.
EL CONTEXTO NACIONAL: EL URUGUAY
LA VIGENCIA DE SU VALOR GEOPOLÍTICO
La República Oriental del Uruguay es un país con un litoral extenso,
manteniendo en su capital el núcleo de predominancia no solo geoeconómica,
sino también geohistórica, geopolítica y geoestratégica.
La cuenca del Río de la Plata se presenta como la puerta de entrada al
núcleo vital del Cono Sur.
Nuestro país posee en el entorno regional, una posición privilegiada con
respecto a las cuencas hidrográficas internas y que le permite asegurar su
acceso a la cuenca externa del Río de la Plata, compartida con Argentina,
tanto para su comercio marítimo como para la explotación de sus recursos
naturales.
Posee diversas opciones de salida hacia el océano Atlántico, que se
constituyen en el acceso a líneas de comunicación marítima para su
desarrollo pleno. Si bien carece de salidas directas hacia el océano
Pacífico, el país forma parte de un corredor bioceánico, que se presenta
como una oportunidad para el desarrollo económico y social.
La condición de país de relativas dimensiones geográficas, económicas y
demográficas, hace que el mismo no tenga una fuerte "Presencia" en la
Comunidad Internacional, pero si un importante prestigio y reconocimiento
por sus posturas en el sistema internacional, así como su valor por su
posición estratégica en la región, o sea un país con "Posicionamiento".
El ejercicio pleno de la soberanía estatal sobre los espacios terrestre,
aéreo, marítimo, fluvial y lacustre nacionales, exige determinados niveles
de presencia en ellos.
El espacio terrestre no presenta mayores dificultades, sin perjuicio de la
excepcional existencia de áreas con escasa o nula presencia de población y
carencia de servicios públicos.
Los espacios aéreos, marítimos, fluviales y lacustres, admiten mayor nivel
de complejidad en relación a su vigilancia y control; específicamente
estos últimos, requieren particular atención en virtud de la necesaria
protección y adecuado aprovechamiento de los recursos que contienen.
La planificación de la Defensa Nacional se orienta particularmente, a las
áreas estratégicas más sensibles y aquellas poseedoras de riqueza de
recursos naturales estratégicos. No solo comprende su integridad
territorial y el libre ejercicio de los derechos de jurisdicción y
soberanía en los espacios terrestre, marítimo y aéreo del Estado Uruguayo,
sino también en otros espacios de Interés Nacional, como por ejemplo la
Antártida. También abarca, aquellos espacios terrestres, aéreos y
marítimos sobre los que el Estado ha adquirido responsabilidad ante la
Comunidad Internacional.
EL URUGUAY Y EL MUNDO.
LAS RELACIONES INTERNACIONALES
Uruguay dispone de un reconocimiento positivo en el contexto regional e
internacional, constituyéndose para el mundo, en una conexión privilegiada
con la región como consecuencia de su estabilidad política y económica,
sumado a su destacado posicionamiento geográfico y político internacional.
El estricto cumplimiento de los principios generales del Derecho
Internacional, tales como la libre determinación de los pueblos, la
solución pacífica de controversias y la no intervención en los asuntos
internos de los Estados como lineamientos de la Política Exterior del
Estado, definen claramente su posicionamiento defensivo.
La acción diplomática se constituye en el primer instrumento de solución
de conflictos. En el ejercicio del derecho de legítima defensa, consagrado
en la Carta de las Naciones Unidas, el país se reserva el recurso del uso
de la fuerza para los casos de agresión militar, sin perjuicio de ejercer
todos los medios disuasorios que resulten adecuados.
La Democracia y el respeto a los Derechos Humanos se constituyen en los
ejes rectores del desarrollo cotidiano de la Política Exterior y su
afirmación es nuestra responsabilidad permanente.
El Estado tiene una fuerte vocación de apoyo a la comunidad internacional,
con una temprana participación en Conferencias Internacionales, así como
en la otrora Sociedad de las Naciones y como miembro fundador de las
Naciones Unidas.
El Uruguay está integrado a la Comunidad Internacional a través de
organizaciones internacionales como la ONU, la OEA y UNASUR, ante las
cuales se asumieron responsabilidades vinculadas con la Seguridad y la
Defensa.
La proyección de nuestro país en el ámbito internacional se manifiesta
principalmente, a través de la acción diplomática y por la política de
participación en misiones de paz de la ONU, como compromiso con la
seguridad colectiva establecida en la Carta de las Naciones Unidas.
La Política Exterior de nuestro país, le otorga elevada prioridad a la
relación con los países vecinos y así lo seguirá haciendo. En ese sentido,
el MERCOSUR y la UNASUR, son sus principales ámbitos de integración.
De esta forma, el fortalecimiento del bloque regional se constituye en una
prioridad estratégica insoslayable, siendo de suma importancia impulsarla,
como una plataforma que potencie la capacidad de inserción externa del
país.
A fin de poder alcanzar los Objetivos Nacionales, es necesario continuar
con los esfuerzos dirigidos a incrementar los vínculos con los principales
actores globales y de esta forma, seguir promoviendo la diversificación de
las relaciones políticas, comerciales y de cooperación del Uruguay en el
mundo.
Asimismo, existe un fuerte compromiso con la promoción y difusión de los
valores culturales nacionales en el mundo, así como con la vinculación de
los uruguayos y uruguayas en el exterior.
Finalmente, Uruguay es signatario del Tratado de No Proliferación de Armas
Nucleares, con la excepción del uso de la tecnología nuclear como un bien
económico para fines pacíficos.
LA SEGURIDAD PÚBLICA
Para el Uruguay, la Seguridad Pública comprende todos los instrumentos con
que cuenta el Estado para asegurar el normal desarrollo de la vida en
sociedad y evitar que se vulneren los derechos de las personas.
Es una necesidad social, indispensable para la convivencia humana y un
cometido esencial, y como tal, responsabilidad indelegable del Estado que,
desde el Ministerio del Interior como órgano rector de las políticas de
seguridad pública, convoca a la sociedad toda a involucrarse y participar
en la formulación y ejecución de políticas específicas, que mejoren la
calidad de la misma y la convivencia en todo el territorio nacional.
Según esta visión no se trata de un fin en sí mismo, sino de una condición
para el desarrollo humano sostenible.
La seguridad ciudadana que impulsa el Estado, combina el accionar de la
Policía Nacional, como fuerza civil y pública dedicada a la prevención,
disuasión y represión del delito, con el diseño e implementación de
políticas sociales que promuevan la más profunda integración de la
sociedad.
La seguridad pública así entendida, se plasma en el accionar permanente de
la Policía Nacional como fuerza civil, jerárquica y profesional que
asegure el imperio de la ley en todo el territorio nacional. Esta acción
policial es un proceso complejo que va desde el diseño y ejecución de las
actividades de inteligencia que permitan evaluar y anticipar las amenazas
a la paz social, con la coordinación a nivel ministerial, de políticas de
convivencia que articulen con la sociedad a través de las instituciones
políticas y sociales que la fortalezcan.
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electrónica del mismo."
En el mapa geopolítico actual, las organizaciones delictivas
internacionales poseen la influencia y poder económico suficiente para
desestabilizar gobiernos y afectar sustancialmente a las sociedades. En
este escenario, surgen para la seguridad pública, desafíos de complejidad
creciente, en los que a las misiones clásicas, como el control del
movimiento de bienes y personas, se le suma el monitoreo de organizaciones
que actúan a nivel global con fines de tráfico ilegal de sustancias,
personas, defraudación fiscal, variados delitos económicos e informáticos
y robo de información sensible para los intereses nacionales. El combate a
estos niveles superiores del delito trasnacional, exige al Estado
desarrollar capacidades crecientes de coordinación internacional y una
mejora permanente de sus medios materiales y del nivel profesional de sus
integrantes.
En esta etapa histórica, el Poder Ejecutivo, ha aplicado sistemática y
progresivamente las definiciones acordadas con las fuerzas políticas
nacionales en el "Documento de Consenso" generado por la Comisión
Interpartidaria de Seguridad Pública, concretando, de esta manera, el
objetivo de impulsar una verdadera política de estado.
LA DEFENSA MILITAR
La Defensa Militar del País se fundamenta en la capacidad de sus Fuerzas
Armadas y en el potencial de los recursos nacionales movilizables, de
conformidad a lo que preven las normas, particularmente la Política
Militar de Defensa.
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electrónica del mismo."
Bajo la conducción política del Ministerio de Defensa Nacional, éstas se
constituyen como la rama organizada, equipada, instruida y entrenada para
ejecutar los actos militares que imponga la Defensa Nacional, en el marco
de la Constitución y las leyes.
En tiempos de paz, podrán prestar servicios o colaboración en actividades
que por su especialidad, relevancia social o conveniencia pública les sean
solicitadas y sin que ello implique detrimento en el cumplimiento de su
cometido fundamental.
La Constitución de la República y la Ley Marco de Defensa Nacional No.
18.650, se constituyen en los documentos marco de más alto nivel
relacionados con la Defensa Nacional y con la Defensa Militar en
particular.
Siendo la Defensa Militar parte integral de la Defensa Nacional, es
también un derecho y un deber del conjunto de la ciudadanía, en la forma y
en los términos que se establecen en la Constitución de la República y las
leyes, constituyendo una función esencial, permanente, indelegable e
integral del Estado.
Por tanto, en la instrumentación de la Defensa Militar, deben confluir
también coordinadamente las energías y los recursos del conjunto de la
sociedad, procurando el máximo respaldo y la identificación con sus
Fuerzas Armadas, contribuyendo, dentro del marco de sus competencias,
directa o indirectamente con el desarrollo nacional.
Este nuevo marco implica ineludiblemente el diseño de una Política Militar
de Defensa que considere la modernización de la Defensa Militar y que
incluya la adecuación de los diferentes componentes del Ministerio de
Defensa Nacional, indicando la relación que debe prevalecer entre dichos
componentes, definiendo el diseño y desarrollo de las fuerzas militares,
ajustadas a la estatura político-estratégica del Uruguay, considerándose,
entre otros factores, su dimensión geográfica, su capacidad económica y su
población.
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electrónica del mismo."
La estructura y gestión de la Defensa Militar, se inspirará en el criterio
de eficiencia conjunta, que guiará el proceso de modernización dinámico y
permanente de las Fuerzas Armadas, para su contínua adaptación al contexto
estratégico.
Implicará la ejecución de acciones estratégicas orientadas al
fortalecimiento de la presencia militar terrestre y la colaboración,
dentro de los marcos de actuación dados por la Ley de Defensa Nacional, en
el desarrollo socio-económico.
En el Atlántico Sur, es necesario que el País disponga de medios con
capacidad de ejercer la vigilancia y control de las aguas jurisdiccionales
uruguayas, así como mantener la seguridad de las líneas de comunicaciones
marítimas, sin dejar de considerar los espacios fluviales y lacustres.
También se requiere disponer de medios y capacidad de ejercer la
vigilancia y el control de su espacio aéreo, así como mantener la
seguridad de las líneas de navegación aéreas.
En estos tres espacios se debe fortalecer la cooperación con los países
vecinos para la defensa de las riquezas naturales y del medio ambiente,
entre otros.
En el marco de reafirmar su compromiso con la defensa de la paz y con la
cooperación entre los pueblos, Uruguay participará en acciones
humanitarias y en misiones de paz en función de lo dispuesto por la Ley de
Defensa Nacional.
Los contenidos de la Política Militar de Defensa, deberán estar en
concordancia con la Política Exterior del Estado.
EL ESCENARIO FUTURO
Del análisis del Contexto Estratégico, se visualiza que el escenario
futuro más probable, para el período 2014-2030, estará caracterizado por:
La complejidad y la incertidumbre continuarán siendo las principales
características del entorno, definiendo un ambiente impredecible e
inestable, donde las amenazas no tendrán fronteras.
La economía de mercado continuará, durante el período reseñado, vigente en
el mundo como consecuencia de la globalización.
Las finanzas y los mercados de valores serán cada vez más dependientes de
los espacios virtuales, lo que generará mayor necesidad de dominio y
protección del ciberespacio y del amplio espectro de las
telecomunicaciones.
Los recursos naturales y particularmente los energéticos, darán lugar a la
competición geopolítica entre Estados, en gran parte, producto de un
acentuado aumento de la demanda, asociado al crecimiento demográfico.
El ambiente continuará siendo degradado, acelerando los cambios
climáticos, los que ocasionarán desastres naturales de envergadura,
generando eventualmente "shocks estratégicos".
Los conflictos entre Estados serán más improbables, aumentado la
probabilidad de conflictos con actores no estatales o como consecuencia de
la debilidad institucional que afecta a varios Estados en el mundo.
Mayor interés por los espacios vacíos por parte de los países y otros
actores de influencia, a fin de satisfacer sus intereses, ante el
incremento de la necesidad de recursos, los avances tecnológicos y los
cambios medioambientales.
Las líneas de comunicaciones por las que discurren bienes, servicios e
información, particularmente las aguas internacionales y el ciberespacio,
se reconfigurarán.
El acceso a los alimentos será más difícil y su costo aumentará, generando
hambre en las sociedades más pobres, debilitándolas y haciéndolas más
inestables.
Las migraciones desde las zonas más deprimidas del mundo se incrementarán.
El crecimiento de la población mundial, intensificará el círculo vicioso
de pobreza y subdesarrollo.
El MERCOSUR, la UNASUR y dentro de ésta, el Consejo de Defensa
Sudamericano, continuarán fortaleciéndose.
El rol de la ONU en los procesos de paz mundial será objeto de
cuestionamientos, pero permanecerá vigente.
LOS INTERESES NACIONALES QUE INSPIRAN AL URUGUAY
Las relaciones internacionales, en términos genéricos, son pautadas por un
complejo accionar de actores, intereses y normas que estimulan o limitan
el poder y el prestigio de las Naciones, donde el país no escapa a esa
realidad. En ese contexto de múltiples influencias y de interdependencia,
el Uruguay busca alcanzar sus Objetivos Nacionales, pudiendo esto, generar
escenarios de cooperación o competencia de variadas intensidades.
De esa forma, se vuelve esencial estructurar la Defensa Nacional de
acuerdo con las posibilidades del Estado, para preservar la soberanía y
los Intereses Nacionales en compatibilidad con los de la región,
particularmente la UNASUR. Así, de la evaluación de los diferentes
escenarios descritos anteriormente, emergen los Intereses y Objetivos
Nacionales.
La preservación de los Intereses Nacionales, está estrechamente ligada a
la viabilidad del Uruguay como Estado Nación, definiéndose como de
importancia vital y estratégica para el país.
Los Intereses Nacionales Vitales se caracterizan por ser de una
importancia fundamental para el país.
Ellos comprenden:
- La Soberanía Nacional y la Independencia del Estado.
- La integridad territorial.
- La vida y la libertad de sus habitantes.
- La forma Democrática Republicana de gobierno y el Estado de Derecho
consagrados por la Constitución de la República.
- La identidad cultural.
Los Intereses Nacionales Estratégicos, son aquellos que contribuyen a
asegurar los Intereses Nacionales Vitales.
Ellos comprenden:
- El Derecho Internacional y la promoción de la paz.
- La inserción internacional y la integración regional.
- Las niñas y los niños como principal interés estratégico del país.
- La preservación de la democracia en la región.
- El desarrollo económico, cultural y social del país.
- La protección del Ambiente.
- La presencia en el Continente Antártico.
- Los recursos naturales estratégicos renovables y no renovables.
- El desarrollo del conocimiento.
LOS OBJETIVOS DE LA DEFENSA NACIONAL
OBJETIVOS DE CARÁCTER PERMANENTE
- Garantizar la Soberanía, la Independencia y la Paz de la República,
su Constitución y sus Leyes.
- Garantizar la Integridad Territorial.
- Proteger la vida e integridad de sus habitantes y su identidad
cultural.
- Respaldar el Sistema de Gobierno Republicano-Democrático y el Estado
de Derecho, así como el desarrollo económico y social del país.
OBJETIVOS DE CARÁCTER ESTRATÉGICO
- Contribuir a mantener la paz, la seguridad internacional, la
solidaridad y respeto a la vida humana.
- Profundizar las relaciones de cooperación y confianza mutua con los
demás países de la región.
- Fortalecer la infraestructura educativa y social del país para
asegurar las capacidades de la niñez, brindando oportunidades para
su desarrollo.
- Fortalecer el compromiso democrático en la región.
- Promover el desarrollo del conocimiento y la investigación
científica en el país y la adquisición de tecnología.
- Proteger los recursos naturales estratégicos renovables y no
renovables.
- Contribuir a la protección del ambiente.
- Mantener y promover una mayor presencia del Estado Uruguayo en el
Continente Antártico.
- Fortalecer la presencia del Estado en los espacios terrestres,
marítimos y aéreos de interés nacional, así como en las
organizaciones internacionales que regulan los mismos.
LOS OBSTÁCULOS QUE PODRÍAMOS ENFRENTAR
La República Oriental del Uruguay identifica la eventual contingencia del
surgimiento de obstáculos en el horizonte temporal de planificación
(período 2014-2030), los cuales podrían adquirir diferente magnitud,
dificultando o impidiendo en tal caso, alcanzar y/o preservar sus
Intereses y Objetivos Nacionales.
Estos obstáculos podrían eventualmente constituirse en amenazas que
afecten la soberanía nacional, su independencia, integridad territorial y
de recursos; lo que en definitiva, perturbaría la paz y el bienestar
social de la población. En vista de ello, si bien la naturaleza de dichas
amenazas es diferente, son consideradas de forma integral, sin que la
presente enumeración manifieste ningún tipo de orden prioritario ni
excluyente de otras eventualidades.
Se entiende por amenazas todas aquellas acciones reales o percibidas que
poseen un potencial intrínseco de afectar negativamente los intereses y
objetivos nacionales.
Pueden ser de origen natural, pero las provocadas por un Estado,
organización, grupo de personas o persona, tienen una intencionalidad.
De esta manera, el Uruguay identifica, entre otras las siguientes
amenazas:
EL DETERIORO DEL MEDIO AMBIENTE
El cuidado del medio ambiente y el desarrollo nacional no son objetivos
contrapuestos sino complementarios. El modelo de desarrollo con
crecimiento impulsado por el Uruguay debe evitar la contaminación del
agua, el aire y los suelos de nuestro país, siendo todos ellos recursos
estratégicos que están amenazados por un potencial uso inapropiado de los
mismos.
Los desastres naturales, con causas diversas, constituyen una seria
amenaza para el país de cada vez mayor magnitud. Los efectos negativos del
cambio climático, que se manifiestan al desarrollarse en forma imprevista
y con mayor frecuencia, producen desastres naturales de importancia
superior, afectando tanto la infraestructura como la actividad económica y
productiva, así como la vida y la salud de nuestra población;
constituyendo un nuevo escenario de fenómenos peligrosos al que se ve
expuesto el Uruguay.
Adicionalmente, este deterioro ambiental agrava los efectos de los
desastres naturales que ya ocurren en la región y el mundo y se conecta
con el problema de la progresiva escasez de recursos naturales (y por lo
tanto con los conflictos relacionados con ellos), con la inseguridad
alimentaria y nuevas vulnerabilidades sociales y sanitarias que emergen.
LA APARICIÓN DE PANDEMIAS
Estas enfermedades afectan a una proporción importante de la población y
en muchos casos generan graves secuelas, afectando negativamente a los
países, incluso con mortalidades significativamente altas entre los
contagiados. El deterioro ambiental, los cambios experimentados en el
clima o el uso de armamentos biológicos pueden afectar tanto directa como
indirectamente a los seres humanos, a través de la contaminación de
plantas, animales, alimentos, el aire o el agua potable, actuando éstas
como vectores transmisores de una pandemia que pueda amenazar al país,
afectando desde la salud de sus ciudadanos hasta su estructura económica y
social.
EL CRIMEN ORGANIZADO
Se entiende por Crimen Organizado a la asociación de personas, con cierta
infraestructura logística y económica que les permite su expansión a nivel
internacional, realizando operaciones clandestinas con fines de lucro; que
pueden llevar a la destrucción de la cohesión social a través de delitos
como el narcotráfico, tráfico ilegal de armas, el lavado de activos, la
trata de personas, la corrupción y el crimen cibernético, entre otros.
Este tipo de actividades amenazan la estabilidad de las instituciones
democráticas del Estado, perjudican su imagen internacional, el desarrollo
económico, social y cultural del país, coadyuvando a la proliferación de
la criminalidad doméstica e incrementando sus efectos.
LOS ACTOS TERRORISTAS
Se considera Terrorismo el uso de la violencia y amenazas, por parte de
individuos o de un grupo organizado, dirigido en forma premeditada a la
población civil o instalaciones, generando terror y difundiéndose a través
de los medios de comunicación masivos; con la finalidad de intimidar a la
población u obligar al Gobierno o a una Organización Internacional a
realizar un acto o abstenerse de hacerlo.
Los individuos, los grupos y otras entidades utilizan cada vez más en su
accionar, las herramientas y los instrumentos que brinda la globalización,
particularmente todos aquellos vinculados con las comunicaciones,
(reclutamiento y difusión de sus atentados); valiéndose asimismo de las
más avanzadas técnicas financieras y logísticas para alcanzar sus fines.
LA MATERIALIZACIÓN DEL ESPIONAJE Y LOS ATAQUES CIBERNÉTICOS
En la actualidad se da en forma reiterada el espionaje por parte de
Empresas, Organismos o Estados extra-regionales a los gobiernos de la
región, las empresas públicas, así como a empresas privadas u organismos
de la sociedad civil con el fin de captar ilícitamente información para
obtener ventajas económicas y el control político, militar o social, en el
plano estratégico de los países.
Como correlato de la dependencia científico-tecnológica, fruto del uso de
tecnologías desarrolladas bajo licencias y patentes privativas de la
influencia de las redes y medios informáticos como soporte de las
tecnologías; y del aumento del soporte electrónico para las bases de datos
del Estado y la digitalización de la gestión estatal, se da un incremento
de la vulnerabilidad ante ataques cibernéticos capaces de generar
conmoción económica, política y social.
LA INESTABILIDAD DEMOCRÁTICA EN LA REGIÓN
En la presente década se han producido varios episodios de ruptura o
intento de ruptura del orden democrático en la región.
En la misma, se manifiestan procesos de transformación económica y social
profundos, y simultáneamente emergen otros mecanismos que dañan la
democracia y las instituciones que la sustentan de forma más sutil y
compleja que los utilizados en el pasado.
La vigencia de la democracia es una condición ineludible del proceso de
integración regional. El debilitamiento o pérdida de la misma en
cualquiera de los países de la región genera obstáculos a la consolidación
de la integración, pudiendo darse, incluso, retrocesos en dicho proceso y
pérdida de legitimidad de la agenda externa del bloque regional frente a
otros bloques o países.
EL SURGIMIENTO DE GUERRAS EXTRA - CONTINENTALES
La posibilidad del estallido de guerras en regiones fuera de nuestro
continente, debido a la existencia de conflictos latentes de mediana y
larga duración que pueden observarse históricamente, con la potencialidad
de afectar negativamente a nuestra economía.
El uso de armas de destrucción masiva (nucleares, biológicas o químicas)
puede generar impactos ambientales y biológicos que se pueden constituir
en serias amenazas al Uruguay.
EL AGRAVAMIENTO DE CONFLICTOS REGIONALES
Dos situaciones deben ser tomadas en cuenta: en primer lugar la situación
particular que se manifiesta en las Islas Malvinas, por la presencia de
potencias extra regionales y por tanto, que inciden negativamente en el
Atlántico Sur como zona de paz y cooperación, y en segundo lugar, el
agravamiento de posibles conflictos fronterizos entre países de la región.
Tanto la primera situación como la segunda, se constituyen en amenazas
latentes para el país, en el primer caso porque afecta la zona oceánica
donde naturalmente se producen las comunicaciones y la actividad económica
marítima del país; en el segundo caso, porque todo conflicto regional
debilita el proceso de integración en curso, genera carreras
armamentísticas contrarias al desarrollo y pone en peligro la confianza
mutua que se ha venido construyendo entre los países de la UNASUR.
LAS CRISIS ECONÓMICAS
La economía mundial posee múltiples relaciones de interdependencia, donde
participan actores financieros internacionales que podrían generar crisis
económicas a través de la especulación con productos financieros altamente
complejos y de baja calidad o erosionando los sistemas bancarios.
Adicionalmente, el sistema mundial es muy vulnerable a la baja del ritmo
de crecimiento económico de las principales potencias emergentes, lo que
genera potenciales crisis en la demanda de productos que tienen los países
de la región, lo cual implica efectos negativos sobre las exportaciones,
el nivel de empleo, la inflación y la recaudación fiscal, generándose un
deterioro del bienestar de la población, principalmente a nivel económico
y social.
LA APROPIACIÓN Y EL CONTROL INDEBIDO DE LOS RECURSOS ESTRATÉGICOS
En el contexto internacional actual, la apropiación de ciertos recursos
considerados estratégicos, constituyen una potencial amenaza para Uruguay
y la región, teniendo en cuenta que se trata de una zona geográfica rica
en recursos energéticos, minerales, alimenticios, de agua potable o
biodiversidad.
Teniendo en cuenta que se localizan en lugares determinados, tanto
política como territorialmente, es razonable que los Estados que cuentan
con reservas de recursos naturales estratégicos se sientan amenazados ante
la posibilidad de verse inmersos en una disputa por su control.
Adicionalmente, se deben tener en cuenta los recursos naturales, que de
momento no se encuentran bajo la soberanía formal de ningún país, como son
los existentes en la Antártida y fondos marinos.
LOS LINEAMIENTOS ESTRATÉGICOS PARA LA DEFENSA NACIONAL
I.- INTRODUCCIÓN.
Los lineamientos estratégicos están definidos en función de los objetivos
a obtener, describiendo un conjunto de acciones tendientes a alcanzarlos y
mantenerlos, considerando la magnitud de los obstáculos que han sido
expuestos.
En mérito a lo manifestado, se establecen lineamientos generales
tendientes a proteger los Intereses Nacionales Vitales y Estratégicos,
mediante la consecución y mantenimiento de los Objetivos de la Defensa
Nacional, ambos establecidos en este documento, previendo y mitigando
vulnerabilidades coyunturales y estructurales. Asimismo, existen intereses
nacionales que generan objetivos que inciden en forma transversal sobre
varias áreas del Estado uruguayo.
II.- LOS LINEAMIENTOS ESTRATÉGICOS DE LA DEFENSA NACIONAL
1.- ASPECTOS NACIONALES
- Preservar la soberanía, la independencia y la integridad del
territorio nacional.
- Preservar el Estado de Derecho y fortalecer el Estado y las
instituciones gubernamentales como expresión de la Democracia, en
cuanto representantes del pueblo soberano.
- Propiciar el conocimiento de los Derechos Humanos -civiles,
políticos, económicos, sociales y culturales- como la mejor vía para
la protección y profundización de los mismos.
- Propiciar el cuidado, el cariño familiar y la protección desde la
infancia, como contribución al bienestar presente, pero sobre todo
futuro de la población.
- Potenciar el adecuado desarrollo de la niñez y adolescencia y
promover su inclusión educativa, como condicionantes del porvenir de
la nación.
- Fomentar la educación en todos sus aspectos y dirigida a la
población en general, como contribución a la estrategia de
desarrollo nacional; así como profundizar la educación técnica y
científica como aporte a dicho desarrollo.
- Promover la identidad cultural, así como los variados aspectos de la
cultura nacional e institucional en los habitantes de la República.
- Fomentar una cultura de Defensa Nacional en todos los niveles y
ámbitos de la sociedad y desarrollar una visión estratégica que
permita optimizarla.
- Promover dentro del territorio nacional, la integración, desarrollo
y cooperación en las zonas fronterizas, así como dictar la
legislación necesaria al respecto.
- Promover y fortalecer el establecimiento de poblaciones en las zonas
de frontera y en aquellas que se consideren estratégicas por la
autoridad competente, estimulando la instalación de servicios
públicos, fomentando políticas de empleo y la creación de las
infraestructuras necesarias.
- Proteger y fortalecer las infraestructuras vitales y estratégicas
para el país, de las cuales dependan la provisión de los servicios y
recursos esenciales, como ser energía, agua, transporte y
comunicaciones.
- Proteger los recursos marítimos, fluviales y lacustres nacionales
mediante el fortalecimiento de la vigilancia y control de las
lagunas, ríos, del mar territorial y de la zona económica exclusiva.
Propiciar asimismo el aprovechamiento sustentable de dichos
recursos.
- Promover un marco normativo y políticas que garanticen la soberanía
alimentaria, permitiendo el acceso de la población a los recursos
necesarios para su adecuada alimentación.
- Propiciar políticas que incentiven la valorización de nuestros
recursos naturales estratégicos como un factor del desarrollo
económico nacional y ejercer los controles necesarios para asegurar
su explotación en términos de sustentabilidad; adecuando el marco
normativo y las capacidades del Estado para tal fin.
- Incentivar el desarrollo y la utilización de fuentes de energía
renovables, facilitando el acceso a las mismas, diversificando la
matriz energética.
- Incentivar la prospección y explotación de fuentes de energía no
renovables como el petróleo y el gas natural.
- Continuar desarrollando y gestionando proyectos de investigación
relativos al cuidado medioambiental, considerando nuevas tecnologías
y avances científicos al respecto.
- Promover marco normativo, políticas y capacidades a los efectos de
alcanzar niveles sustentables de utilización a nivel industrial y
agrícola de productos contaminantes, así como evitar su vertimiento
a los cursos de agua.
- Generar políticas tendientes a reducir los niveles de consumismo y
generación de residuos.
- Incentivar mecanismos de reciclaje.
- Orientar los programas de investigación científica y tecnológica
para fortalecer las capacidades de la Defensa Nacional.
- Proseguir e incentivar la investigación científica y la cooperación
con otras naciones en la Antártida, en los términos establecidos en
el Tratado Antártico y Convenciones internacionales complementarias.
- Coordinar las políticas y planes estatales que atiendan la mejora de
la situación social en las zonas más carenciadas del país, generando
una sinergia que multiplique el impacto que cada actor estatal puede
lograr por si mismo.
- Profundizar las políticas de participación ciudadana activa,
coordinando las mismas a nivel nacional, departamental y local.
- Garantizar el acceso adecuado de la población a los servicios
públicos.
- Aumentar los niveles de profesionalización en seguridad y defensa,
continuando con la mejora y modernización de la formación
octrinaria, la calidad de los ingresos salariales, la actualización
de los marcos jurídicos, la tecnificación, la calidad del
equipamiento, comunicaciones, capacidad de movilidad y despliegue
permanente en todo el territorio.
- Fortalecer el sistema de Inteligencia del Estado.
- Prevenir las actividades del crimen organizado fortaleciendo la
presencia y control estatal en todos los espacios de jurisdicción
nacional.
- Fortalecer la calidad del relacionamiento de la policía con las
comunidades más vulnerables.
- Continuar con las políticas de combate a los focos de corrupción
policial.
- Generar en la Policía una cultura de transparencia y rendición de
cuentas periódicas, frente a la población de cada jurisdicción.
- Continuar con el desarrollo del modelo de atención integral
penitenciario, promoviendo la rehabilitación integral de personas
privadas de libertad.
- Proteger al Estado, el gobierno y la población uruguaya de toda
forma de espionaje, reafirmando la soberanía nacional y el derecho a
la privacidad y seguridad de las comunicaciones internas e
internacionales del país.
- Proteger al Uruguay de ataques cibernéticos y preservar la reserva
de datos producto de la gestión estatal y privada, tanto a nivel
nacional como regional, en cuanto esta última corresponda.
- Incentivar el uso de Software libre en el Estado uruguayo.
2.- ASPECTOS INTERNACIONALES
- Promover la coordinación permanente entre los Ministerios de Defensa
Nacional, Interior, Economía y Finanzas y Relaciones Exteriores,
para la actualización de la información acerca de los obstáculos y
riesgos potenciales que se deriven de la situación internacional.
- Profundizar la participación activa de nuestro país en las
instancias multilaterales que tengan como objetivo la estabilidad
democrática y la Paz tanto a nivel Internacional (Naciones Unidas)
como a nivel Regional (UNASUR y CELAC).
- Fortalecer los mecanismos políticos de cooperación del MERCOSUR y la
UNASUR, en particular los vinculados a la aplicación de la cláusula
democrática y al Protocolo Adicional al Tratado Constitutivo de
UNASUR sobre compromiso con la Democracia, en caso de ruptura
institucional en los países de la región.
- Consolidar los lazos de confianza y vinculación institucionales; en
especial entre los presidentes y ministros de la región.
- Avanzar en el proceso de integración regional consolidando el
prestigio y la imagen del bloque.
- Contribuir a profundizar la democracia social en la región.
- Promover medidas económicas y financieras que contrarresten los
potenciales efectos negativos de los conflictos extra-regionales.
- Continuar la diversificación de mercados de forma de disminuir la
vulnerabilidad del país ante eventos mundiales adversos.
- Prever medidas de protección de la población ante los impactos
ambientales y biológicos.
- Contribuir a fortalecer las Naciones Unidas como ámbito de promoción
de la paz y prevención de los conflictos; en particular promover la
participación de Uruguay y de los demás países de la UNASUR en el
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
- Participar activamente del esquema de seguridad colectiva de las
Naciones Unidas a través de los mecanismos previstos por esa
organización, en cuanto represente una decisión soberana determinada
por la política exterior uruguaya, de acuerdo con los términos de la
Ley Marco de Defensa Nacional.
- Instar el respeto y la aplicación del Derecho Internacional, en
especial, los principios y mecanismos contenidos en la Carta de las
Naciones Unidas, tendiente a resolver de forma pacífica las
controversias que surjan entre los Estados.
- Fortalecer las instancias de solución de controversias a nivel del
MERCOSUR y de la UNASUR.
- Consolidar el Consejo de Defensa de UNASUR como el órgano de
cooperación regional en materia de defensa por excelencia.
- Fortalecer la cooperación internacional entre los países ribereños
del Atlántico Sur agrupados en la Zona de Paz y Cooperación del
Atlántico Sur (ZOPACAS).
- Consolidar las relaciones de confianza mutua entre los países de la
región a través de un intenso relacionamiento entre las Cancillerías
y los Ministerios de Defensa de dichos países.
- Fortalecer las instancias regionales basadas en el Derecho
Internacional.
- Contribuir, a través de la diplomacia, a la reducción de los
conflictos regionales y a la generación de zonas de paz, sin armas
nucleares; respetando los principios de solución pacífica de las
controversias, de no intervención en los asuntos internos de otras
naciones y de autodeterminación de los pueblos.
- Procurar el sometimiento de los conflictos, a las instancias de
mediación previstas en los organismos supranacionales de los cuales
los Estados involucrados formen parte, tendiente a lograr la paz.
- Profundizar los vínculos entre los países de la región con especial
énfasis en áreas académicas, comerciales y turísticas.
- Dar a conocer los gastos de la defensa militar y aplicar las medidas
de fomento de la confianza mutua, de acuerdo con la metodología
aprobada por el Consejo de Defensa Suramericano de la UNASUR.
- Impulsar las instancias de cooperación regional e internacional en
materia de Defensa.
- Participar de forma activa y permanente en los espacios regionales e
internacionales gubernamentales, dedicados al intercambio de
información y discusión de políticas de seguridad y defensa; en
especial, en temas relacionados al crimen organizado y al
terrorismo.
- Mantener una política equilibrada en los foros multilaterales que se
pronuncian o promuevan legislación sobre terrorismo.
- Ampliar la cooperación regional en materia de elaboración,
adaptación y uso de software de código abierto.
- Fomentar la construcción de un sistema de comunicaciones regionales
seguras.
- Investigar, innovar e implementar medios de comunicación libres de
control externo para las comunicaciones estratégicas del Estado
uruguayo en colaboración con otros Estados de la UNASUR.